La resistencia de nuestras lenguas indígenas

Rogelio Martínez

ROGELIO
MARTÍNEZ
GARCIA

La resistencia de nuestras lenguas indígenas.

Promitente de la 2da. generación de la Fundación 100XOAXACA

Mi madre siempre me dice que nuestra lengua el tesoro más grande que tenemos ya que nos es heredado de nuestros ancestros, tenemos una conexión muy fuerte con nuestra lengua materna en mi caso el zapoteco, al momento de nacer e incluso antes, mamá y papá me hablaban en zapoteco y mi primera palabra fue en zapoteco, lo traemos en la sangre, en nuestra piel y en todo nuestro ser, nos acompaña durante toda nuestra vida e incluso después de nuestra partida seguiremos conservando ese esencia tan sagrada; dice la frase Luuy doo, mnii diidx zah, zek nak nit tuhñ gichlyuh (hijo mío, habla en zapoteco, así no desaparecemos de este mundo) pues nuestros abuelitos y abuelitas saben que nuestra lengua materna es nuestra historia y un legado espiritual.

Según el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), el país cuenta con 11 familias lingüísticas indoamericanas de las cuales hay 68 agrupaciones lingüísticas correspondientes a estas familias y de ellas derivan 364 variantes lingüísticas, la pérdida de estas variantes lingüísticas año con año va en aumento. De acuerdo con datos de Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) con el censo de Población y Vivienda 2020, teniendo México una población de 126, 014, 024 personas y revisando los datos de los hablantes de lenguas indígenas tenemos una cifra decepcionante de solo 7, 177, 185 hablantes mayores de 5 años en adelante, estos nos recuerda y deja claro la ineficiente capacidad del Estado en la protección de nuestras lenguas nacionales que poco a poco se están perdiendo, siendo Oaxaca la segunda entidad con el mayor número de hablantes de lenguas indígenas con un total de 1, 193, 229 y siendo Aguascalientes la entidad federativa con solo 2, 508 hablantes. La reducción es significativa ya que del total de la población mayor a 5 años solo el 6.2 por ciento sigue hablando su lengua indígena, nos da a mostrar que estamos en una etapa crítica.

Con la llegada de los españoles el 12 de octubre de 1492 a tierras del continente americano que para muchos es considerado como uno de los más grandes descubrimientos en la historia, la realidad fue completamente diferente, por las acciones que realizaron, podemos definir esto como una conquista cultural, política e ideológica. 

 A esta situación le debemos ser ahora parte de, una política educativa castellanizadora y la discriminación que han sufrido los hablantes de lenguas minoritarias, provocando que, dentro de los hogares, pilar de las lenguas, los padres han dejado de enseñar el idioma materno, el desplazamiento de nuestra lengua por el español ha ocasionado que en el habla exista una mezcla de los dos idiomas sustituyendo así el idioma indígena lo cual conlleva a la pérdida de nuestra identidad cultural.

La discriminación ha provocado grandes caos y la negación a nuestra cultura y a nuestra lengua indígena, tal como lo ha expresado Galeano (1992) que ser indígena es una “maldición” (p.19), es la idea que se nos ha enseñado en casa, puesto que, nuestros padres sufrieron violencia física y psicológica en las aulas por el simple hecho de hablar una lengua indígena, por tal motivo, esa maldición nos fue heredada y no habrá sanación hasta comprender y saber nuestra historia y no imitar otras.

Con mucha razón, Ada y Campoy (2004) cuando hacen referencia a la educación bilingüe dicen que el ser humano está conectado con su lengua materna antes de nacer. Por eso cuando un niño siente rechazo o no se toma en cuenta su lengua materna le causa un gran daño (p.13).

Será fundamental la valorización de nuestras lenguas, el reconstruir nuestra historia y dejar de imitar otras, no es que hemos peleados con las demás lenguas y menos con el castellano, hemos luchado por que se nos respete nuestra lengua materna y contra el sistema opresor y homicida que se disfraza de aliado, creando falsas esperanzas a su manera y como siempre, nosotros como comunidades indígenas hemos realizado y luchado por resistir. Los activistas y luchadores sociales han realizado todo el trabajo de rescate lingüístico es a ellos a que se les debe que nuestro país aún siga conservando gran parte de sus lenguas originarias, el hablar nuestra lengua es un símbolo de revolución y de decirle al estado que existimos y resistimos.

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